lunes, 2 de noviembre de 2009

Jesús escribe acerca de Eragon



Eragon, un joven granjero, se encuentra una piedra pulida de color azul. Eragon se la lleva a casa de su tío, Garrow, en un pueblo llamado Carvahall. La piedra se abre y aparece un dragón al que llama Saphira y se crea un vínculo inquebrantable entre ellos.
Varios meses después de que Saphira saliera del huevo, llegan a Carvahall dos extraños de aspecto de escarabajo, los Ra’zac. Los Ra’zac destruyen su hogar y en él, Eragon encuentra el cuerpo de su tío entre los escombros.
Eragon huye con el cuentacuentos del pueblo, hasta llegar a Teirm, una ciudad costera, para visitar a Jeod, un amigo de Brom que les puede ayudar a localizar la guarida de los Ra’zac.
Se marchan de camino a Dras-Leona y allí se encuentran con los Ra’zac y hieren mortalmente a Brom, éste antes de morir, le cuenta que perteneció a los vardenos, fue Jinete de Dragón y que su dragón ya muerto se llamaba Saphira.
Eragon conoce a Murtagh, el joven que ahuyentó a los Ra’zac.
Eragon y Saphira deciden unirse a los vardenos, un grupo que lucha por derrocar a Galbatorix.
De camino a la guarida de los vardenos, salvan a Arya, una elfa, de las manos de Durza, un Sombra.
Eragon llega con Saphira, Murtagh y Arya, gravemente enferma, a las montañas Beor, guarida de los vardenos, perseguidos por un ejército de úrgalos.
Murtagh le cuenta a Eragon que es hijo de Morzan, uno de los Apóstatas que traicionaron a los Jinetes.
Los vardenos les reciben, los médicos curan a Arya, Eragon conoce al rey de los vardenos, Ahijad y a su hija Nasuada, y al rey de los enanos, Hrothgar.
La tranquilidad de Eragon es interrumpida con las noticias de que un ejército de úrgalos se acerca usando los túneles de los enanos.
En la batalla, Eragon se ve obligado a luchar contra Durza, el Sombra. Eragon consigue apuñalarle el corazón a Durza con ayuda de Arya y Saphira. Liberados de los conjuros que mantenían a los úrgalos de luchar contra su voluntad, los úrgalos se retiran.
Mientras yace inconsciente un ser que se identifica como Togira Ikonoka, “el Lisiado que está Ileso”, comunica con Eragon telepáticamente y le apremia que vaya a encontrarse con él en Ellesméra, la capital de los elfos, para recibir instrucción.
Al despertar, Eragon se da cuenta de que tiene una enorme cicatriz en la espalda. Decepcionado se da cuenta de que ha derrotado a Durza por suerte y que necesita un mayor aprendizaje, así que decide ir en busca de Togira Ikonoka y aprender de él.

En mi opinión, este libro está muy bien, para la gente que le guste la ciencia ficción y la aventura.
Lo que más me ha gustado del libro es la capacidad que tiene para contar tantas cosas en tan pocas páginas, no es como otros libros que se enrollan por cualquier tontería, sino que este libro va directo a lo importante, y lo narra con mucho detalle, como a mi me gusta.
Según he leído la biografía del escritor (al principio del libro), tenía 15 años cuando empezó a escribir el libro, y tiene un buen futuro.
Este libro forma parte de “El Legado” una serie de libros, cuatro creo que son, que por el estilo de Eragon tratan de derrocar al rey Galbatorix. Estoy impaciente de saber que ocurrirá.

Jesús Pavón, 1º H

No hay comentarios:

Publicar un comentario