Chris MacNeil es una actriz de cine que vive temporalmente en Washington D.C. con su hija Regan de doce años. Su marido se encuentra en unas excavaciones, trabajando como arqueólogo; muy pocas veces hablan y casi nunca se ven.
En esta primera parte del libro, al principio Chris escucha extraños ruidos que provienen del desván (donde se asegura de que no hay ratas) y de la habitación de Regan. Poco a poco, Chris comienza a notar el raro cambio de comportamiento de Regan. En alguna ocasión, Regan comenta a su madre con cierto temor que “su cama se movía”. También, dice tener un “amigo” llamado “Capitán Howdy” con el que habla a través de un tablero Ouija.
Dada la incrementada preocupación de Chris; decide hablar con médicos y hacen una serie de pruebas a Regan.
El violento y agresivo comportamiento de la niña llama la atención de su madre y de los médicos, por lo que observando los síntomas, le diagnostican un pequeño trastorno mental, por el que le recetan un medicamento.
Una noche Chris celebra una fiesta en su casa e invita a cierta gente entre ellos un par de curas. En una de las conversaciones sale el tema de un tal padre Karras, el cual perdió a su madre, que es psiquiatra y está bien informado sobre temas de brujería o cosas así. Chris acuesta a Regan para que duerma, pero en un momento, interrumpe la fiesta y se orina en la alfombra. Chris se disculpa y tras un baño, intenta hablar con su hija. La niña no sabe qué decir.
Cuando todos están durmiendo, los gritos de Regan y fuertes golpes despiertan a Chris, que va corriendo a la habitación de la niña. De forma violenta, la cama de su hija se agitaba intensamente sin que nadie hiciera nada.
Paralelamente, cuenta que el padre Karras cree estar perdiendo la fe dada la muerte de su madre, que antes estuvo en un centro para enfermos mentales.
A la vez unos curas descubren unas profanaciones en una iglesia cercana, posiblemente relacionadas con misas negras o ritos satánicos.
2. El borde
La violenta conducta de Regan aumenta cada vez más y vuelven a ir al médico, donde se revela de manera muy brusca. El diagnóstico de los médicos sigue siendo que es un problema cerebral y a sucesos como los de la cama moviéndose, le dan una respuesta lógica. Sin embargo, al obtener los resultados de los análisis no encuentran nada fuera de lo común.
En muchas ocasiones una vez en casa, Regan se comporta de manera cada vez más agresiva; y en ningún análisis encuentran nada extraño.
Así que empiezan a pensar en hablar con otras personas como psiquiatras o utilizando técnicas de hipnosis para tratar con los otros supuestos seres que se encuentran en el cuerpo de la niña.
Al aflorar otras personalidades en Regan, la madre piensa que no debe de ser ningún tipo de trastorno, porque dice que “no la reconoce”.
Una tarde en la que Chris llega tarde, encuentra que Regan está sola en casa. Cuando llega Sharon (una especie de secretaria de Chris) le dice que como tenía que comprar cosas, que dejó a la niña con Burke Dennings (un director amigo de Chris bastante descuidado y grosero). Se debía de haber ido, porque no estaba allí. Pero de repente llega otro amigo comentando la muerte del director, que ha muerto porque se ha roto el cuello al caerse por unas escaleras en la calle.
Desesperados, llevan a Regan a un centro especial muy importante donde muchos médicos y psiquiatras no consiguen sacar nada claro. Casi como última salida, añaden la posibilidad de realizar un exorcismo a modo de tratamiento.
El teniente William Kinderman busca al padre Karras, dado que cree que él le podría ayudar porque cree que las profanaciones y muerte (asesinato) de Burke Denings puede tener relación e incluso, haberlas realizado la misma persona. Le cuenta a Karras que a Burke se lo encontraron con la cabeza mirando para atrás, habiendo girado 180º.
Pero Karras no puede ayudarle.
El teniente investiga y pasea por las escaleras donde se encontró a Burke. Al lado de las largas escaleras, se encuentra la casa de los MacNeil, que decide investigar y preguntar allí.
Le cuenta a la madre la teoría de que alguien fuerte mató a Burke en la habitación de Regan y luego lo tiró por la ventana. Sin encontrar ninguna información útil decide irse, dado que Regan está durmiendo y no puede responder nada.
3. El abismo
Chris se pone en contacto con el padre Karras y le habla de su caso con Regan y la posible solución con el exorcismo.
En un principio, Karras duda mucho la posibilidad de que sea un verdadero caso de posesión, pero yendo varias veces a ver a Regan, habla griego y sabe que Karras perdió a su madre poco tiempo atrás.
Así que la iglesia autoriza el exorcismo y pide que lo lleve a cabo el padre Menin, un sacerdote mayor que tiene experiencia en el tema.
En cuanto llega Menin, llevan a cabo el exorcismo, que cobra la vida de los dos sacerdotes (Menin debido a su vejez y Karras porque se deja poseer para más tarde suicidarse, tirándose por la ventana).
Creo que es un libro muy bueno porque mantiene la intriga hasta el final y bastante terrorífico porque el escritor describe con mucho detalle los extraños y macabros sucesos que la ocurren a la niña. Es bastante fácil de leer dado que no tiene ningún vocabulario especial.
Por otra parte, también veo muy curioso que, como siempre al tratan con estos temas, el lector puede o no “creer” los acontecimientos como si fuera realmente una posesión demoníaca y no acepte ninguna solución lógica o científica.
JORGE MONTERDE 1º H (BTO)
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