viernes, 13 de noviembre de 2009

Raúl se atreve con un clásico: El guardián entre el centeno


Esta obra trata de un hombre llamado Holden. Este señor nos cuenta su historia y su aventura de cuando era un adolescente.
Su narración empieza en Pencey, el colegio del que le echan por haber suspendido cuatro asignaturas. Ese mismo día le dicen que posiblemente Jane, el amor de su vida, esté saliendo con otro, por lo que Holden se enfada y decide no esperar hasta el dia de su expulsión y marcharse esa misma noche. Hace las maletas y vende su máquina de escribir para conseguir dinero y se dirige a la estación de tren.

Holden se dirige a Nueva York, donde se encuentra con la madre de un compañero suyo que no le cae bien. Después de esto, llama a un taxi para ir al hotel Edmont y conseguir un sitio donde dormir. Cuando llega allí va directo al salón y pide un whisky, pero como es menor no se lo dan. Baila con tres mujeres y habla un poco con ellas, aunque sin mucho interés porque no son muy agraciadas.

Al día siguiente el protagonista coge otro taxi en dirección a un bar llamado “Ernie”, en honor al músico y dueño del bar. Está un rato allí y se marcha.

Cuando regresa al hotel, se siente deprimido y, mientras sube en el ascensor, el ascensorista le propone pasar un rato con una prostituta. Él acepta aunque poco después se arrepiente.

Ya en la habitación, aparece la prostituta y comienza a desnudarse, pero él la rechaza y la paga lo convenido. Ella le intenta estafar pero al final Holden consigue que se marche. Al poco tiempo aparecen la prostituta y el ascensorista y le quitan el dinero y le pegan una paliza.

Por la mañana, más despejado, decide llamar a una chica con la que salía a veces para ir al teatro. Pide un taxi y se dirige a Baltimore a su encuentro. Sally le invita a patinar, pero él lo hace tan mal que deciden ir a tomar algo en su lugar. Después de esto, llama a un amigo suyo para quedar y hablar un rato. Quedaron en un bar que describe con gran detalle. Holden acaba emborrachándose y se marcha para ir a ver a su hermana.

Como Holden debía estar en el colegio, entra en la casa de sus padres por una ventana, pero descubre que no están y que su hermana está durmiendo. La despierta y hablan un buen rato.

En ese momento entran los padres, pero le da tiempo a esconderse en el armario. Poco después su hermana le da dinero y él se marcha.
El protagonista va a casa de un antiguo profesor, que la había dicho que podía dormir allí.
Cuando llega a la casa, están bastante tiempo hablando, pero Holden estaba muy cansado por lo que se va a dormir.
En mitad de la noche, siente que una mano le acaricia la cabeza, y era su profesor. En un alarde de astucia le miente y huye.
Holden se duerme en un banco y a la mañana siguiente se dirige a la escuela de su hermana, donde la deja una nota. Más tarde se encuentra ya con ella decidida a escaparse también con él. Aunque viendo lo que había conseguido, el protagonista borra esa idea de su mente y se queda con su hermana.
Al final de la obra Holden da un consejo : ”Nunca cuentes nada a nadie, porque en cuanto lo haces empiezas a echar de menos a todo el mundo”

La obra es bastante interesante y es una historia curiosa, pero me resulta demasiado todas las calamidades que le suceden al protagonista. Es una novela muy pesimista y da un punto de vista muy negativo de la sociedad. A pesar de esto, me ha gustado y la recomendaría, ya que no todas las obras tienen que “ser felices y comer perdices” y está bien algo distinto.

RAÚL MARTÍN, 1º H (BTO)

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