Carmen y Alicia

Alicia tiene mismo sueño todos los días. Sueña que se cae por un agujero y que ve criaturas como conejos con ropa, gatos que sonríen y orugas azules.
Su padre siempre la creía y la apoyaba, pero su madre, en cambio, no.
Después de diez años, Alicia seguía soñando con lo mismo pero ya no tenía el apoyo de su padre.

La madre de Alicia y ella fueron a una fiesta en un jardín muy grande, donde Hamish le iba a pedir matrimonio. Mientras paseaba, Alicia no paraba de ver a un conejo blanco, igual que el de su sueño, así que decidió seguirlo hasta su madriguera. Al llegar, se asomó para ver lo que había dentro y...¡Se cayó dentro de la madriguera! Estuvo cayendo durante un largo tiempo hasta que aterrizó fuertemente en un suelo duro de una sala redonda con muchas puertas cerradas. Encima de una mesa vio una llave minúscula que encajaba en una puerta de medio metro de largo. ¿Cómo iba entrar por una puerta tan pequeña? De repente, apareció de la nada una botella que tenía escrito: BÉBEME. Alicia se bebió el contenido y se encogió. Justo cuando iba ha abrir la puerta se dio cuenta de que había dejado la llave encima de la mesa. Se dio la vuelta y vio una galleta que tenía escrito: CÓMEME. Después bebió de la botella otra vez y volvió a ser del tamaño de la puerta. Antes de entrar por la puerta vio por la cerradura un ojo que la estaba observando. El propietario del ojo estaba hablando con otro ser diciendo "Esta no es nuestra Alicia, te has equivocado de persona."


Me gusta mucho esta historia. Me parece muy original.


Carmen Robinson